Cardiopatías – Problemas del Corazón
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Cardiopatía - Problemas del Corazón
Es una enfermedad que afecta el corazón o los vasos sanguíneos.
Existen diferentes tipos de cardiopatías como la cardiopatía coronaria, la insuficiencia cardíaca congestiva, los problemas del ritmo cardiaco, las cardiopatías congénitas, que son enfermedades cardiacas desde el nacimiento y la endocarditis, que es la inflamación de la capa interna del corazón.
El riesgo de ciertas cardiopatías aumenta por la presión arterial alta y el colesterol alto.Puede afectar a personas de todas las edades; sin embargo, aún no se ha logrado definir las causas exactas de esta enfermedad.
Síntomas
En sus primeras etapas, las personas no suelen experimentar síntomas. En casos más avanzados, en todos los tipos de cardiopatía tienden a ser similares, algunos de los síntomas incluyen:
- Debilidad general y fatiga
- Dolor de pecho
- Palpitaciones fuertes del corazón o latidos cardíacos irregulares
- Inflamación en las piernas, tobillos y pies
- Dificultad para respirar, especialmente al realizar ejercicio
- Mareos y desmayos
- Hinchazón del abdomen debido a la acumulación de líquido
Complicaciones
La cardiopatía puede desencadenar otras condiciones cardíacas como son:
Insuficiencia cardíaca: Condición en donde los músculos del corazón se debilitan y se vuelve incapaz de bombear sangre suficiente a todo el cuerpo incrementando el riesgo de un paro cardíaco mortal.
Coágulos de sangre: La cardiopatía evita que el corazón bombee con normalidad, ya que se forman coágulos de sangre en el corazón. Si estos coágulos son bombeados al exterior y entran en el torrente sanguíneo, pueden bloquear el paso de la sangre a otros órganos importantes.
Problemas en las válvulas cardíacas: Como las personas con cardiopatía tienen un corazón más grande de lo normal, las válvulas no se cierran apropiadamente; lo que conlleva a un flujo retrógrado de la sangre.
Paro cardíaco y muerte súbita: La cardiopatía genera un ritmo cardíaco anormal. Pudiendo ser demasiado lento para mantener el paso de la sangre a través del corazón o son demasiado rápido para permitir que el corazón pueda latir con normalidad. Ambos, al ser ritmos cardíacos anormales, pueden terminar en un desmayo o en una muerte súbita.
La cardiopatía puede afectar a personas de todas las edades; sin embargo, aún no se ha logrado definir las causas exactas de esta enfermedad. Pero entre los principales factores de riesgo están los siguientes:
- Antecedentes familiares
- Condiciones genéticas
- Tejidos dañados por ataques al corazón previos
- Frecuencia cardíaca acelerada
- Problemas en la válvula cardíaca
- Trastornos metabólicos, como obesidad, tiroides o diabetes
- Falta de vitaminas y minerales esenciales, como tiamina (vitamina B-1)
- Complicaciones durante el embarazo
- Haber bebido demasiado alcohol durante muchos años
- Consumir cocaína, anfetaminas o esteroides anabólicos
- El uso de fármacos quimioterapéuticos y radiación para tratar el cáncer
La cardiopatía generalmente tiene cuatro tipos.
Miocardiopatía dilatada: También conocida como “corazón agrandado”, puedes heredarlo o contraerlo si padeces la enfermedad de la arteria coronaria, la miocardiopatía dilatada ocurre cuando el músculo cardíaco es demasiado débil para bombear la sangre de manera eficiente.
Miocardiopatía hipertrófica: Se cree que la miocardiopatía hipertrófica es genética. Ocurre cuando las paredes del corazón se engrosan y evitan que la sangre fluya. Es un tipo bastante común. También puede ser causada por sufrir presión arterial alta, diabetes o enfermedad de la tiroides.
Displasia ventricular derecha arritmogénica: Es una forma muy rara de cardiomiopatía, pero es la causa principal de muerte súbida en atletas jóvenes. En este tipo de cardiomiopatía, la grasa y el tejido fibroso, adicional, reemplazan el músculo del ventrículo derecho, causando ritmos cardiacos anormales.
Miocardiopatía restrictiva: La miocardiopatía restrictiva es la menos común. Ocurre cuando los ventrículos se ponen rígidos y no se pueden relajar lo suficiente como para llenarse de sangre. Una causa de las miocardiopatía restrictiva es: la cicatrización del corazón, que con frecuencia ocurre después de un trasplante de corazón, también puede ocurrir como resultado de distintas enfermedades al corazón.
Tratamiento
El tratamiento dependerá del daño que sufra el corazón del paciente y de los síntomas resultantes. Algunas personas pueden no requerir tratamiento hasta que los síntomas aparezcan. Si el paciente empieza a mostrar síntomas, como la falta de aire o dolor en el pecho, será necesario que realice algunos ajustes en su estilo de vida o que inicie la toma de una serie de medicamentos.
La cardiopatía no se puede revertir o quitar, solo puede controlarse con algunas de las siguientes opciones:
- Siguiendo un estilo de vida saludable que beneficie el corazón. Por ejemplo, mantener un peso saludable, tener una dieta especial, limitar el consumo de cafeína, dormir lo suficiente, dejar de fumar, etc.
- Ingerir medicamentos para tratar la presión arterial alta, que eviten la retención de agua, mantengan un ritmo cardíaco normal, reduzcan la inflamación y controlen la formación de coágulos sanguíneos.
- Dispositivos implantados quirúrgicamente, como marcapasos y desfibriladores.
- Cirugía.
- Trasplante de corazón, considerado como último recurso.
El objetivo es ayudar al corazón a ser lo más eficiente posible y prevenir daños y pérdidas de función adicionales.
Puede ser muy agotador realizar ejercicio para alguien con un corazón dañado, sin embargo, el ejercicio es extremadamente importante para mantener un peso saludable y prolongar la función cardíaca.
Es importante consultar a un cardiólogo sobre qué tipos de ejercicios se puede realizar de acuerdo con el tipo de cardiopatía que se tenga.
Ayuda a tu corazón naturalmente
COLÁGENO:
OMEGA 3:
COENZIMA Q 10:
LEVADURA DE ARROZ ROJO:
Estilo de vida
Activo: evitar el sedentarismo, evitar hacer acitividad física con regularidad y mantener un peso saludable.
Los 10 mejores alimentos que ayudan a reducir la cardiopatía
Vegetales de hoja verde: Varios estudios han demostrado su eficacia para disminuir hasta en un 16% el riesgo de un incidente cardiaco con tan solo incrementar el consumo de vegetales de hoja verde dentro de la dieta.
Granos enteros: El consumo moderado y diario de trigo, avena, cebada, centeno, maíz, amaranto, arroz, mijo, entre otros, ayuda a reducir los triglicéridos y la probabilidad de padecer enfermedades cardiacas hasta en un 22%.
Frutos rojos: Son buena fuente de antioxidantes, los cuales poseen protección contra el estrés oxidativo, ayudando a disminuir la inflamación a nivel sistemático y por lo tanto mejora la salud del corazón. Consumir dos porciones de frutos rojos diarios durante 6 meses mejora la salud cardiaca hasta un 15%.
Aguacate: Excelente fuente de grasas monoinsaturadas y potasio. Por lo cual ayuda a disminuir el riesgo de padecer síndrome metabólico y problemas cardiacos. Cosumir 1 aguacate diario, puede ser a lo largo del día, durante 6 semanas, reduce hasta en un 15% la probabilidad de padecer un accidente cerebrovascular.
Pescados grasos: Son ricos en ácidos grasos omega-3, conocidos por su capacidad para mejorar la salud cardiaca. Estudios han demostrado que la disminución de 100 gramos en el consumo semanal de pescado aumenta la probabilidad en un 19% de padecer presión arterial alta, diabetes u obesidad.
Frijoles: Son ricos en almidón resistente, el cual ayuda a disminuir los niveles de colesterol, triglicéridos, la presión arterial e inflamación. Por lo tanto mejoran la salud cardiaca.
Cacao ó chocolate obscuro (de 80% de cacao en adelante): Es rico en antioxidantes llamados flavonoides, los cuales han demostrado su eficacia para disminuir el riesgo de desarrollar enfermedad coronaria y calcificaciones en la placa arterial. El comerlo cinco veces a la semana con moderación, disminuye 57% el riesgo de una enfermedad coronaria y 32% de desarrollar calcificaciones en la placa arterial. Los beneficios que tiene para el corazón son mayores en cuanto a calidad y el porcentaje de cacao, entre mas alto y puro mejor.
Jitomate: Son ricos en licopeno por lo que disminuye el riesgo de una enfermedad y ataque cardiaco, además ayuda a aumentar el colesterol HDL (bueno).
Almendras y nueces: Ricas en omega-3 y grasas insaturadas lo cual mejora la salud cardiaca y ayuda a disminuir los niveles de triglicéridos. El consumir uno o dos puños de almendras y nueces diarios, disminuye aproximadamente 2.2 mg/dL, los niveles de triglicéridos.
Té verde: Buena fuente de polifenoles y catequinas, que son dos tipos de antioxidantes. Ayudan a prevenir el daño celular, inflamación y protegen la salud del corazón. Tomar té verde durante 3 meses ayuda a reducir el colesterol, los triglicéridos, la presión arterial y mejora la salud cardiaca.
Orientación para la alimentación diaria
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